Aceite de oliva virgen, Aceite de coco, Manteca de karité, Manteca de cacao, Aceite de aguacate, Azúcar, Rhassoul, Aceite esencial de bergamota, geranio y limón. Hidróxido sódico y Agua destilada.
APLICACIONES Y PROPIEDADES
El AGUACATE es un gran restructurante con propiedades cicatrizantes, antibacteriales y antiarrugas muy bueno para tipo de pieles resecas y para cualquier tipo de problema de acné. Es rico en aceite con vitaminas A y E con cualidad de penetración lo que le hace especialmente eficaz en cremas, bálsamos y jabones. Además es rico en aminoácidos e insaponificables. El aceite de aguacate se parece en su composición al sebo de la piel por lo que es muy bueno para pieles secas, escamosas y en vías de envejecimiento. Ideal antiarrugas.
EL KARITÉ destaca por su intenso y duradero poder hidratante en rostro y cuerpo. Mejora la elasticidad de la piel por sus propiedades nutritivas y alto contenido en vitamina F, componente vital de las membranas celulares. Muy rica en ácidos grasos insaturados, la manteca de karité es un regenerador celular natural con grandes propiedades suavizantes y reestructurantes en arrugas y estrías, así como protector para labios y zonas especialmente sensibles.
SABÍAS QUE…
EL AGUACATE es de origen americano (América Centra), donde se cree que ya era cultivado antes de la llegada de los españoles. Estos, junto con los portugueses, acabaron de extenderlo como fruto casero por el Nuevo Mundo. Su nombre proviene del azteca —ahuacatl— y hace referencia a su forma de testículo. Se le puso este nombre debido a las propiedades afrodisíacas que tiene este fruto gracias a la vitamina E, la vitamina de la reproducción. De los aguacates maduros se extrae un aceite similar al aceite de oliva, que es el utilizado para la industria cosmética.
EL KARITÉ es un árbol de entre 15 a 20 metros de altura natural del corazón de Burkina-faso (África). En esta región, uno no debe sólo protegerse del sol, sopla un viento muy caliente, el Harmattan, que transporta en su viaje infinitas partículas de polvo y arena que secan especialmente la piel. Las mujeres y los niños se protegen de este soplo abrasador y se untan generosamente el rostro y cabello con manteca de karité. De este modo la piel conserva durante mucho tiempo su belleza, suavidad y elasticidad.
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